The Zombies es una de esas bandas con mala suerte. Con MUY mala suerte. Es más: si el nombre de un grupo tuviera que ser sinónimo de la expresión «mala suerte», sin duda, sería el suyo. Incluso iría más lejos: dice la leyenda que la madre de Rod Argent quiso llamarle Badluck Argent.
Imaginémonos una urna cuadrada de cristal con bolas dentro y hagamos dos divisiones horizontales: las bolas del tercio superior son rojas; las del medio, amarillas y las del fondo, blancas. Pues bien: las bolas rojas representan el «mainstream» o, lo que es lo mismo, lo que suena en los 40 Principales; las amarillas son aquellos grupos que han quedado «»eclipsados»» (y nótese las doble comillas) por el tercio superior, mientras que las del tercio inferior son los miles de grupos ocultos que se han quedado al fondo y que no han podido estar en alguno de los estratos superiores.
Básicamente, así se resume la música de los últimos 60 años (al menos en el rock, pop y derivados). La principal diferencia entre las décadas, tomando como ejemplo los 60, se sitúa en las bolas rojas: Tokio Hotel, Coldplay o U2 (¡Ojo! El U2 de esta década) ocupan los lugares que en su momento fueron trono de Rolling Stones, The Beatles o The Who. Para no alargar la introducción nos saltamos las bolas amarillas y caemos directamente a las blancas. Las bolas de color blancas son de un carácter especial: esos grupos están ahí: ¿porque realmente su calidad hace que tengan que estar ahí? ¿Por ser demasiado innovadores? ¿Porque se han topado con la cruda realidad de las discográficas? ¿Por mala suerte?
Cuando sabes que lo tienes todo para triunfar y no consigues nada… lo mejor que te metas a trabajar en una compañía de seguros como hizo Colin Blunstone, porque poco más puedes esperar de la música.
The Zombies era un claro ejemplo de pop sin etiquetas añadidas: canciones suaves e inocentes de escucha fácil, con arreglos dignos de The Beatles y coros que perfectamente podrían haber salido de la cabeza de Brian Wilson. Con tan sólo dos discos han dejado canciones que forman parte de la historia (y que al escucharse suelen generar frases del tipo «Esta canción me suena ¿de quién es?» o «Esta es la del anuncio de las galletas, ¿verdad?«) como «Time of the season» o «She´s not There«.
Su segundo disco, Oddesey & Oracle (1968) , es al pop lo que el Sgt. Peppers (The Beatles) es al Pop/Rock y The pipers at the Gate of Down (Pink Floyd) a la psicodelia. Simplemente una obra maestra de 12 temas que merece ser escuchada: nada de ponerlo como música de fondo mientras hago otra cosa (¡qué falta de respeto, pardieu!). Lástima que este disco se publicara (con nulo éxito comercial) cuando The Zombies ya se habían disuelto.
Y se puede decir más alto pero no más claro: The Zombies fueron el grupo más infravalorado de la historia.
The Way I Feel Inside